- Esto que dicen, de juntarnos otra vez, a mí me parece (pausa) ¿Cómo decirte? (pausa más larga). Sería casi como hacer una parodia de lo que fuimos. Y eso sí que es una transgresión fea que no quiero hacer. Si volviesen Los Redondos tendríamos que ser unos Redondos distintos, no volver a ser aquello que fue propio de una época. Una parodia de lo que fuimos sería patético. Sería patético. Y sin embargo no reniego de eso, todo lo contrario. Los amo a todos, dimos todo.
- Semilla, Sergio y Walter grabaron para el próximo disco del Indio, y al parecer también van a tocar en vivo con él, ¿te enteraste?
- Sí, tiene su peligro porque el pasado fue tan intenso. ¿Cómo hacés para eliminar el pasado? ¿Para ignorar el pasado? ¿El ahora es tan sólido como aquello o va a ser una experiencia menor? Por eso es difícil esa apuesta. Si se da, buenísimo. Ojalá que haya novedades.
- ¿Pero vos realmente dudás que no puedan estar a la altura de la leyenda de ustedes mismos, si vuelven?
- Depende lo que se haga. Creo que en ese momento, lo que nos mantenía unidos, lo que nos impulsaba a esa aventura, era el espíritu de Patricio Rey, que era una fuerza impresionante, y fuimos hasta donde pudimos llegar.
- Por otro lado, si se llegaran a reunir tendrían un quilombo para elegir dónde tocar. No tienen un lugar donde entren todos los que irían a verlos. Son esas cosas que uno se pone a pensar y quizás ustedes ni siquiera se lo plantean. Pero el pensamiento general es “estos tipos se juntan y conmueven al país”. ¿Te diste cuenta alguna vez de la dimensión que tiene la banda?
- De alguna manera sí, de alguna manera sí.
- ¿Y no te abruma?
- Lo que pasa es que ya pasó. Y Patricio Rey se fue, nos abandonó.
- Pero el mito creció de una manera increíble en los últimos años.
- Sí, fuimos más populares cuando nos separamos que cuando estábamos juntos. Y no es el primer caso. Han pasado miles. El caso de Luca, Sumo, Pappo. Grandes músicos que en realidad tuvieron reconocimiento una vez que se fueron.
- Pero a pesar de lo grandes que fueron Luca y Pappo, no se comparan con la dimensión del mito de Los Redondos, que es algo más grande.
- Al ser un pasado tan intenso, lo mejor que podés hacer es sacártelo de encima porque si no te abruma. Por eso no me gusta mirar el pasado, si no te quedás anclado ahí por siempre. Hay que entender que cada época tiene sus propias epopeyas. Y si uno se queda mirando el pasado, el presente se le va.
- Al mismo tiempo, ¿no está esa presión de la gente? ¿No pensás a veces “che, bueno, hay mucha gente que lo pide, podríamos…”?
- Pero es imposible. Si el espíritu de Patricio Rey no está presente, ¿qué vamos a hacer? ¿Una parodia? Para mí sería vergonzoso y para ellos sería una decepción.
- ¿Te parece?
- Sí, porque si Patricio Rey fue algo, fue verdad. No fue una ficción, no fue un invento, fue verdad. Eso lo hizo grande.
- Creo que si la banda vuelve la gente va a estar tan contenta que ni siquiera va a pensar eso.
- Es que yo creo que las cosas tienen que ser verdaderas. No creo en las falsedades, no creo, ¿qué querés? Y esto tiene el tiempo y la historia. Los que estuvieron, estuvieron, y es así. Los que estuvieron, bienvenidos, fueron nuestra extensión de todo este viaje. Y los que no estuvieron, no estuvieron. Están los discos, está la obra, están las cosas nuevas que hacemos, si les interesa o no. Pero lo otro, ¿cómo hacés? Puede ser patético. Las reuniones son patéticas porque ya no es lo mismo. Patricio Rey no está, se fue. Si algún día vuelve, vemos.
- ¡Dónde habrá reencarnado Patricio!
- Yo creo que se fue a otra dimensión, definitivamente (risas).
Skay Beilinson en la revista Rock Salta Nº 15, de junio/julio de 2013.
La foto es de Guido Adler.